UN DESAGRAVIO-2018
Esta exposición tiene como objeto y concepto una ausencia radical: la desaparición de cuerpos sustraídos por la represión de la dictadura estronista (1954-1989). Representar lo que falta resulta una tarea casi imposible para el lenguaje, que rodea, vacilante, insistente, los bordes de un espacio vacío.
Por eso, esta muestra recurre a dos expedientes para referirse al abismo de un drama irrepresentable. En primer lugar, parte de la figura de Rogelio Goiburú, persona fundamental en la lucha por recuperar el nombre y el lugar, los vestigios y las señas: la memoria viva de desaparecidos durante aquel tiempo execrable. Su trabajo incansable ha logrado reparar olvidos y reinscribir verdades dolorosas que hacen a nuestra historia, a su lado más oscuro pero inevitable.
En segundo lugar, la muestra recurre a los recursos del arte, adecuados para alcanzar los sitios adonde no llega la palabra: la imagen puede, si no representar una ausencia fatal, sí sugerirla, presentarla en clave de poesía y de metáfora: figuras intensas que hacen relucir y perdurar lo omitido física y simbólicamente. Desde la ciencia y la gestión, Alfredo Quiroz y Bernardo Puente han actuado como activos colaboradores del Dr. Goiburú y conocedores comprometidos en la búsqueda difícil, en todo sentido, orientada al desagravio de derechos humanos conculcados. Las obras artísticas que ellos presentan encaran los indicios de la desaparición no presentando directamente el material exhumado, sino volviéndola cifra fuerte de la ausencia/presencia que provoca el arte. La ausencia de quienes han sido muertos y destinados al anonimato y la desaparición de sus rastros; la presencia potente de quienes van siendo repuestos en un lugar en la historia: en un sitial que promueve que la reparación de quienes no han pasado por el rito de la tumba indique un camino que no podrá volver a ser transitado.
Curador