Mucha gente se fotografía o pinta a si misma, como una forma de mirarse a los ojos. Por lo que hace algún tiempo he comenzado a realizar mis propias miradas de mi mismo, no solo en lo exterior, sino como una forma de mirarme internamente y expresarme desde las emociones más profundas, o los deseos que me invaden. Estados de ánimo que, sin verlos desde fuera, existen y me habitan. Uno podría pensar que es un collage digital de imágenes, pero yo no lo veo así. No solo se trata de cortar y pegar o de fusionar dos imágenes, sino de tratar la imagen desde la luz, el color, el corte y la mirada, que termina convirtiéndola en otra imagen, que busca expresarme, en un collage de emociones, impresiones, miradas, deseos y reflexiones. Se trata de mirar, mirarme, de la mirada que va más allá de la pura belleza estética, para buscar una estética del pensar, y decir.