En Una mirada, Bernardo Puente se adentra en el terreno del autorretrato, pero no desde una perspectiva convencional. Más allá de la simple representación externa, el artista busca una introspección profunda, explorando sus emociones, deseos y estados de ánimo internos. A través de la manipulación digital de imágenes, fusiona elementos visuales que reflejan su mundo interior, creando composiciones que trascienden la mera estética para convertirse en una expresión genuina de su ser.

Cada pieza de la serie es un collage emocional, donde la luz, el color y la forma se combinan para transmitir sensaciones y pensamientos que no siempre son fácilmente articulables con palabras. Puente utiliza la tecnología no solo como herramienta técnica, sino como medio para profundizar en su psique, ofreciendo al espectador una ventana a su universo personal.

Lo que distingue a Una mirada es su capacidad para ir más allá del autorretrato tradicional. Mientras que otros artistas pueden enfocarse en la apariencia externa, Puente se centra en lo intangible, en lo que no se ve a simple vista. Esta serie invita a la reflexión sobre la identidad, la percepción y la conexión entre el yo interno y su representación externa.

Una mirada es una invitación a mirar más allá de la superficie, a explorar las capas más profundas del ser humano y a cuestionar cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo deseamos ser vistos por los demás.